También llamado aculturación, el ser invadido por el sentimiento de no ser parte de ningún sitio es una realidad que asola a muchos de los que deciden emigrar dejando su país de origen.
Encontrarse en una cultura diferente puede generar mucho entusiasmo y a la vez, nos puede brindar miles de experiencias que sin dudas nos aportan un abanico interminable de conocimientos. Pero, si damos la vuelta y vemos su lado B, nos encontramos con un panorama donde el manifestar sentimientos, hábitos, costumbres, comunicarnos de manera verbal y no verbal puede ser muy diferente a lo que estábamos acostumbrados. Y aquí puede surgir el Síndrome de Indefensión. ¿A qué me refiero con ésto? A la sensación de que no nos manejamos igual de bien en una cultura diferente ya que la mayoría de los procedimientos, trámites, normativas y tiempos son otros. Podemos sentirnos agobiados, angustiados, frustrados, y no saber cómo defendernos frente al ataque de lo desconocido.
Al mismo tiempo, se produce una pérdida de identidad: de lo que somos, y cómo nos conocemos, ya que constantemente nos encontramos con pequeños detalles que nos hacen sentir que no estamos en nuestro contexto, es decir, en nuestro hábitat.
||"...el Síndrome de indefensión incluye esa sensación de que no nos manejamos igual de bien en una cultura diferente..."||
El desarraigo, por su parte, es una experiencia emocional compleja que puede ocurrir cuando nos separamos de nuestras raíces y nos topamos con la adaptación a lo nuevo. Podemos sentir frustración, temor al fracaso, rechazo a la cultura en la que nos encontramos y también, a la que dejamos atrás.
Síndrome de Ulises como reflejo de la realidad actual
“Ulises pasábase los días sentado en las rocas, a la orilla del mar, consumiéndose a fuerza de llanto, suspiros y penas, fijando sus ojos en el mar estéril, llorando incansablemente...” (Odisea, canto V, 150).
El Síndrome de Ulises toma su nombre del héroe de la mitología griega que Homero recrea en la Odisea. Un semidiós que debe afrontar múltiples peligros lejos de los suyos, y que, pese a su condición, padece enormemente. Actualmente, es conocido también como Síndrome de estrés crónico y multiple, padecido por quienes han dejado su mundo en condiciones extremas.
Esta manifestación va más allá de lo que implica un duelo migratorio "normal" ya que tiene mucho más que ver con la migración forzada, donde no hay ninguna expectativa ni posibilidad de vida en su tierra de origen y la vida en el país de destino no ofrece las condiciones básicas para una cubrir lo necesario.
La importancia de pedir ayuda
Después de todo, ¿cuándo es necesario pedir ayuda?. Es importante saber hasta qué punto está limitada nuestra vida, con qué intensidad nos inundan la frustración y la tristeza, e identificar si no logramos encontrar esa sensación de que el malestar finaliza poco a poco. En el punto en donde no podamos llevar a cabo nuestra rutina, es allí donde es imprescindible buscar ayuda. Tener un espacio en el cual dialogar sobre cómo nos sentimos, cómo podemos solucionar lo que nos pasa y cómo adaptarnos sanamente es indispensable, ya que al fin y al cabo se trata de nuestra salud y de mejorar día a día nuestra calidad de vida.
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