Innumerables emociones se nos cruzan al momento de dejar nuestra amada tierra. Pasar por un duelo es un proceso que a todos nos toca en algún momento, y de hecho, pasamos por muchísimos a lo largo de nuestra vida.
Hace poco tuve la oportunidad de escuchar un Podcast de "Somos Estupendas" en donde se hablaba de el duelo migratorio. Si lo analizamos, un duelo normalmente es cuando una persona "pierde" un aspecto importante en su vida y por lo general se lo asocia a la pérdida de un ser querido.
Los duelos son un proceso normal y dinámico, es decir, que pueden haber avances y retrocesos en el tránsito de esta etapa. Cada persona elabora sus duelos a su manera y a su tiempo, por lo que resulta muy íntimo y privado. Podemos definirlo como "la respuesta emotiva a la pérdida de alguien o de algo. No es un momento, no es una situación o un estado, es un proceso de reorganización que tiene un principio y un fin" (Pereira, 1995:1).
El duelo migratorio por el cual todos pasamos al dejar nuestro país posee tres características: es un duelo parcial, ya que lo que dejamos no lo perdemos "para siempre" sino que existe una posibilidad de reencuentro. Además, es múltiple por el hecho de que nuestro duelo es por amigos, familia, rutinas, objetos, toda una vida que resultó por mucho tiempo ser nuestro hogar. Por último, es recurrente ya que el duelo siempre se reabre al hablar con nuestros seres queridos o al hacer viajes esporádicos a nuestra tierra.
|| "Cada persona elabora sus duelos a su manera y a su tiempo" ||
Cómo sobrellevar el duelo al emigrar
La respuesta a ésto no es muy simple debido a que como comenté arriba, cada persona lo maneja a su manera y según los recursos que tenga. Esto es, según el conjunto de herramientas anímicas que cada uno tiene a disposición para hacer frente a las situaciones. Es muy común encontrarnos con tristeza, melancolía, frustración, enojo, impotencia que lejos de casa nos parecen aún peor. Pero al fin y al cabo, son sensaciones con las que nos vamos a topar siempre, ya que la vida no está exenta de ellas.
Lo primordial es no dejar que la situación nos abrume. Tener la paciencia de que poco a poco, lo que no se encuentra bien hoy, mañana podrá solucionarse. Esto lejos de sonar algo mágico, es un buen pensamiento para no dejarnos aplastar por la desesperación, porque como todo círculo vicioso, una idea negativa trae a la otra.
Mantener el contacto con nuestra familia y amigos es indispensable, y si bien en algunas ocasiones pueda generar cierta angustia, tenemos que tener en claro que las buenas relaciones se mantienen a través del tiempo y por el medio que sea, de la manera que sea.
Viajar con alguno de tus hobbies es una excelente manera de mantenerte entretenido y a gusto en tu nuevo destino. Ya sea que te guste leer, pintar, escuchar música, tocar algún instrumento o tejer, agrégalo a tu valija antes de viajar. Nuestros pasatiempos nos permiten volcar muchas de nuestras emociones y convertirlas rápidamente en alegría y tranquilidad.
Dar un paseo por la ciudad o conocer nuevos espacios verdes te ayudará a conectarte con la naturaleza del lugar, conocer los pequeños rincones llenos de historia y probar algunas de las comidas típicas. Si te gusta hacer ejercicio, una buena opción es agregarlo a tu rutina semanal. Además, anotarte en algún club, gimnasio o complejo deportivo te puede ayudar a conocer gente, a integrarte y a formar nuevos vínculos.
Por último, ¡disfruta de las pequeñas cosas! Luego del torbellino que es emigrar, llegar, acomodarse, buscar trabajo, aprender el idioma, etc;... ¡es momento de disfrutar! Disfruta de tus logros, de la realización de tus anhelos, de tu capacidad de adaptación, de tu fortaleza, de una nueva cultura, de nuevos paisajes, de nuevas experiencias, nuevos sabores y sobre todo, de la oportunidad que te diste para enriquecer tu vida.
Fuentes
El duelo migratorio. Valentín González Calvo. Revista de trabajo social n°7.2005
Podcast "Somos Estupendas". Youtube. Agosto 2023
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